No me cae bien Sanchez

No, no me cae bien Sánchez, no es mi político favorito, y de hecho, actualmente no hay un político que me genere simpatía, pero antes de seguir escribiendo, e intentar ordenar, lo que ahora mismo son ideas desordenadas en mi cabeza; quiero hacer un ejercicio de transparencia con el lector que en su bien tenga, ceder un poco de su tiempo a leer este artículo.

Soy progresista, soy amigo de lo público, me gustan las políticas de igualdad, y que se paguen impuestos. Es posible, querido lector, que no estés de acuerdo, que no tengas la misma visión de país que tengo yo, y que prefieras otras políticas económicas y sociales, en lugar de aquellas que se encuentran más cerca de mi esfera. Pero te invito, querido lector, a que sigas leyendo este artículo.

Creo conveniente, aunque ya está en boca de todos, poner un poco de contexto. Ayer, día 24 de abril del 2024, se hizo público que un juzgado abrió una investigación a Begoña Gómez, a raíz de la denuncia del sindicato Manos Limpias, esposa del presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez. Horas después, el propio presidente en una carta abierta a toda la ciudadanía anunciaba que se iba a tomar unos días de reflexión para decidir si formalizaba su dimisión como presidente del Gobierno o no. La denuncia de este sindicato, a priori, está basada en publicaciones de distintos medios de comunicación, algunas de ellas ya desmentidas. Al día siguiente, el propio sindicato confirmó que en la denuncia podría haber algunas publicaciones falsas, pero que ellos no se hacían responsables de la veracidad o no de dichas afirmaciones. (Esto, con perdón del lector, me deja un poco ojiplático, pero como no soy jurista, no voy a opinar más allá).

Y la pregunta que se nos viene. ¿Y ahora que?¿Debería de dimitir Sanchez?. En mi honesta y humilde opinion, es que no.

Como he dicho en la introducción. No me cae Sánchez, no es mi político favorito, y en muchas ocasiones creo que ha puesto su ambición política personal por encima del interés del país. Pero si Sánchez dimite, y resulta que todas las acusaciones son falsas, ¿en qué nos deja eso como país? ¿Puede una democracia mantenerse sana si se puede derribar a su presidente con mentiras y falsedades? ¿Estamos dispuestos a vender la voluntad popular a costa de que pierda el otro? ¿Cuál es la siguiente línea roja que se va a cruzar después de esta?

Las formas en el debate politico de este país se han ido deteriorando año a año. Sustituyendo los argumentos y las propuestas, por la violencia verbal y las falsedades. Y esto es como una bola de nieve que va creciendo y creciendo, y que cuando llegue a nosotros, nos va a hacer tanto daño que no vamos a poder recuperarnos.

Yo no pido al lector, que apoye a Sánchez, ni mucho menos. No pido que lo aplauda ni le dé ánimos. Pero sí animo al lector que se encuentre preocupado por cómo está derivando el debate político en este país. A que escriba a su partido de confianza, muestre su preocupación, y anime a una desescalada en el debate, para que los argumentos y las propuestas vuelvan al lugar que nunca tuvieron que abandonar.

Puedes que pienses que soy idiota por pedir esto, o que soy ingenuo e inocente, y seguramente , y muy posiblemente tengas razon. Pero entiendo, que pese a que tu y yo tengamos una vision de país diferente. Tenemos algo en comun que defender, la democracia, la voluntad del pueblo, que si bien, a veces no toma el rumbo que nos gustaría, es la herramienta que tenemos como ciudadanos para decidir el destino de nuestro país.

Si el lunes, el presidente del gobierno dimite por una mentira, la voluntad del pueblo quedará dañada, y va a ser muy dificil repararla.

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